top of page

231 caballos viven jubilados

El sueño de los animalistas de Medellín de sacar de las calles a los caballos utilizados para trabajo pesado se hizo realidad en 2009. Desde entonces son animales retirados y jubilados que reciben amor y cariño.



Por Andrea Vargas Arango
avargas1@eafit.edu.co



Caballos que antes tenían una vida cargada de trabajo llevando escombros y materiales de construcción pudieron cambiar su destino y construir historias con finales felices.


Relincho es uno de esos equinos que por 6 años respiró la contaminación de la ciudad, vivió en condiciones precarias y recorrió kilómetros y kilómetros en el Valle del Aburrá. Hoy vive a cuerpo de rey.

​El proyecto de sustitución de vehículos de tracción animal en Medellín, liderado por la

Secretaría del Medio Ambiente en 2009, fue exitoso. Con esta iniciativa la ciudad fue

pionera en Colombia y Latinoamérica.



¿Cómo nació el proyecto?
 

Surgió por la preocupación del bienestar de los animales, pues había unos caballos

cocheros que se encontraban en estado crítico, con falencias en la alimentación y

manutención.

También se sumó a la causa el problema de la movilidad, por lo que se planteó recoger

a los cocheros para lograr una mejor regulación en el tránsito de la ciudad.

Para que fuera un proyecto exitoso, el sustento con el que iban a seguir viviendo todos los cocheros y sus familias tenía que ser efectivo y claro.

A cambio, un vehículo
 

Tras investigar se encontró que la mejor solución era cambiar el animal por un moto-carro con el cual podían seguir cargando escombros y así continuar con su estilo laboral.

La alternativa representó invertir 7 millones de pesos por cada caballo cochero entregado. En total fueron 231 personas beneficiadas de las cuales 142 recibieron moto-carros y 89 alternativas sustitutas por el mismo valor.

El estudio estuvo a cargo del Banco de Oportunidades y de la Secretaría de Desarrollo Social, ambos de la Alcaldía de Medellín. Dentro del margen de dichas alternativas sustitutas se pueden mencionar negocios como talleres de confección y ganado con fines comerciales.

Atención a los animales
 

Los caballos que se recibieron contaron toda la atención requerida para garantizar si salud, la cual estuvo a cargo de médicos veterinarios de la Universidad CES.

Una vez estabilizados fueron entregados a los adoptantes, quienes previamente se habían vinculado a una red: se recibieron unas 450 solicitudes, una cantidad mucho mayor al número de caballos entregados.

Como requisito para adoptar estaba el compromiso de “pensionarlo” por completo, tenerlo en buenas condiciones y poseer una capacidad económica superior al salario mínimo para poder sostener en buenas condiciones al caballo.

Aunque para muchos cocheros este animal sólo era un medio de trabajo, también hubo quienes entregaron su equino con nostalgia, pues los consideraban un animal de compañía.

Aunque todo el proyecto fue gestionado y liderado por la Secretaría del Medio Ambiente, se contó con el apoyo incondicional del concejal Álvaro Múnera, quien tuvo participación activa en la red de adoptantes y también adoptó a Dulcinea, una burra de las entregadas en el programa.

bottom of page