“¡Relincho sabe cuánto lo quiero!”
Caballo: Relincho
Adoptante: Nicolás Castaño
“Soy una persona que desde niño ha tenido contacto con la naturaleza y los animales. Recuerdo que mi padre los fines de semana nos llevaban a la finca y allí podíamos compartir con gallinas, vacas y caballos”.
Por eso desde que Nicolás Castaño tuvo conocimiento del programa de adopción de los caballos cocheros decidió inscribirse con la fe de que iba a recibir uno para darle la pensión que tanto merecía.
Recuerda que el día de la entrega estuvo muy atento de todos los caballos que entregaban y que algunos estaban en estado crítico de salud.
La verdad es que él en ningún momento esperó recibir alguno en especial, aunque el día de la entrega si tuvo más “empatía” con algunos.
Nicolás solo pedía que estuviera sano y que fuera un animal noble y tranquilo con el que pudiera compartir momentos tranquilos, cargados de felicidad.
“Para mí Relincho es como una escapatoria de la realidad, siempre que estoy estresado, preocupado o quiero distraerme un poco voy donde él, le llevo zanahorias y lo consiento un rato”.
“Creo que hay una relación muy cercana entre los dos: él sabe cuánto lo quiero porque cuando voy al potrero a visitarlo siempre viene hacia mí”, cuenta Nicolás mientras en sus ojos y su cara se refleja una felicidad que solo un amigo cercano puede hacer sentir.